Para poner en contexto, la práctica de Yoga tiene miles de años. Es una tradición heterogénea, que ha ido evolucionando y también que se ha extendido de oriente a occidente.
Hace unos años, cuando l@s profesor@s y maestr@s principales con quienes nos hemos formado, emprendieron este camino, ni siquiera existían las Yoga Alliance. Y lo que les respalda no es pertenecer a una asociación tal, sino las enseñanzas que recibieron siendo discípulos directos de Swami Vishnudevananda o practicando con figuras como BKS Iyengar, Sri Patthabi Jois o Shri Chimnoy, entre otros.
Lo que compartieron con nosotras fue maravilloso. Y, entre sus enseñanzas, una que nos resultó importante es la de investigar, experimentar y tener ojo crítico.
En estos últimos años, la popularidad del Yoga ha sido exponencial y se ha expandido más allá de lo que fueron las escuelas tradicionales indias llegando así a más personas.
Las escuelas más tradicionales han sentado las bases para lo que es el Yoga como lo conocemos hoy día. Pero para los occidentales es muy complejo comprender y posicionarse dentro de estos sistemas porque venimos de una realidad socio-cultural muy diferente y de una educación que promueve otros principios. Entonces, como respuesta ante la polaridad occidente-oriente en ciertos aspectos, comenzaron a surgir otros sistemas más actuales que han ido tratando de armonizar ambos universos.
Uno de ellos surgió a finales de los 90, cuando un grupo de instructores norteamericanos se reunió para establecer unos estándares mínimos para enseñar Yoga según sus criterios. Crearon esta junta (en aquel entonces sin fines de lucro. Actualmente cobran un registro inicial + una suma de dinero anualmente -a nuestro parecer nada desdeñable-) llamada Yoga Alliance.
Es verdad que las Yoga Alliance han ayudado a dar cierta estructura curricular a las formaciones. Y pueden brindar una guía de lo que ellos creen que hace a una persona un/a instructor/a capacitad@.
Pero ninguna Yoga Alliance es una junta reguladora que examine ni acredite a nadie. No supervisa ni mantiene una evaluación constante de las escuelas o instructor@s que están en sus listas.
La misma Yoga Alliance (EEUU) dice en su web: "Registration with Yoga Alliance is voluntary and not required to teach yoga". Es decir, "El registro con Yoga Alliance es voluntario y no requerido para enseñar Yoga".
Además, hay escuelas que parten de otros principios para su funcionamiento y no desean registrarse con ninguna Yoga Alliance, ya que entienden que estas organizaciones no representan lo que es el fundamento de sus enseñanzas. Y esto es totalmente válido y lógico dada la heterogeneidad del Yoga.
Quien certifica es la escuela de Yoga. En nuestro caso, Yoga Shala Donostia. ¿Basándonos en qué?
Nuestro objetivo es que tras nuestra formación, las personas hayan adquirido unas bases firmes para emprender el camino de la enseñanza (esta formación es un paso. Importante. Igualmente hay que saber que el Yoga requiere práctica, formación,, interés, estudio… continuo).
Por último, recalcar que nuestro fin con este escrito es expresar que la credibilidad de una escuela de Yoga o de un instructor/a no depende de un sello que diga Yoga Alliance Registered (RYT o RYS). Si lo está, está bien, pero es una decisión propia. No una garantía de calidad.
Y como conclusión: como escuela o instructor/a, decidamos registrarnos en el listado de alguna Yoga Alliance o no, está en nuestras manos, en las de tod@s l@s que nos dedicamos a practicar y compartir el Yoga, el compromiso y responsabilidad de divulgar esta milenaria tradición de forma respetuosa e informada.
Es nuestra humilde opinión.
Gracias por leernos.
Equipo de Yoga Shala Donostia